Cuando pensé que ya no tenía nada, ni un simple motivo por el que sonreír, lo único que quería era tirarlo todo a la mierda. Pero entonces la conocí a ella su sonrisa, su sonrisa me volvió loca era completamente perfecta de cabeza a pies, como te ayudaba sin que se lo pidieras, lo simpática que era contigo, esos abrazos que te daba con toda la ilusión, pero lo que más me gusto de ella es que hace lo que quiere cuando quiere y lo único que hace todos los días es sonreír sin más, y a partir de hay me dí cuenta que tenía que sonreír igual que ella simplemente hacer lo que quiero cuando quiera y ella me ayudaría ha hacerlo.
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